Niego enardecidamente los campos floridos
la luz de la arboleda y el candor de tu voz.
Prefiero ser el susurro eterno de la duda
abandonar mi sombra en tu espejo para huir lejos sin mirar atrás.
la luz de la arboleda y el candor de tu voz.
Prefiero ser el susurro eterno de la duda
abandonar mi sombra en tu espejo para huir lejos sin mirar atrás.
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